Aunque parezca espectacular.
Tú salvaste mi vida. Tu salvaje entusiasmo por la vida, cuando yo, inmerecido por el halago y sorbiendo el reproche, como se bebe la amargura, me endulzó el labio estéril y ácido.
No es exageración. Que haya visto en ti, la salvación cuando era mi condena lo que me hacía idealizar cualquier atisbo de luminiscencia. Tu rostro. Que fue el brillo que guió mis ojos a buscar el origen de tanto fulgor.
Tú salvaste mi vida, esta vida que no pedí, esta vida que no quiero, esta vida que no disfruto.
Tu violenta motivación y el goce profundo por la vida, inundando de alegría el sentimiento más arisco que me abrigaba. Hicieron de mi salvamento una eterna ingratitud por todo, en cambio, torné mi espíritu rebelde a un ánimo postrado reverenciando esta dulce querencia desde tu grato salvamento.
Tu vasta y bella satisfacción ante la vida, con ese espíritu de soportar la contradicción, de alentar la rebeldía con tus ojos predilectos y hermosos, que tiñen la insurgencia f…
Tú salvaste mi vida. Tu salvaje entusiasmo por la vida, cuando yo, inmerecido por el halago y sorbiendo el reproche, como se bebe la amargura, me endulzó el labio estéril y ácido.
No es exageración. Que haya visto en ti, la salvación cuando era mi condena lo que me hacía idealizar cualquier atisbo de luminiscencia. Tu rostro. Que fue el brillo que guió mis ojos a buscar el origen de tanto fulgor.
Tú salvaste mi vida, esta vida que no pedí, esta vida que no quiero, esta vida que no disfruto.
Tu violenta motivación y el goce profundo por la vida, inundando de alegría el sentimiento más arisco que me abrigaba. Hicieron de mi salvamento una eterna ingratitud por todo, en cambio, torné mi espíritu rebelde a un ánimo postrado reverenciando esta dulce querencia desde tu grato salvamento.
Tu vasta y bella satisfacción ante la vida, con ese espíritu de soportar la contradicción, de alentar la rebeldía con tus ojos predilectos y hermosos, que tiñen la insurgencia f…